martes, 11 de octubre de 2011

Ideología: Michel Foucault


Las palabras y el discurso eran para Michel Foucault algo trascendental, no solo como mecanismos de comunicación sino que, procesos de dominación. A pesar de ello, los mecanismos de poder que usualmente trataba eran en un ámbito micro de las relaciones humanas. Siendo “victima” del Mayo francés de 1968, sus obras toman un nuevo giro. La dificultad de encontrar la ideología en los textos de Foucault generaron una pregunta, ¿será posible que por medio de sucesos en sociedad, pueden llegar a derribar paradigmas ya enraizados en la cabeza del investigador? como pareciera que sucedió con Foucault.


Importante es reconocer la influencia en los escritos filosóficos y políticos del siglo XX de Michel Foucault. Pero es mucho más importante hacer un proceso deconstructivo de sus obras en el tiempo. Obras, que se ven atropelladas por la dinámica del siglo XX, sobre todo el Mayo francés que incluso le llegó hacer pensar que la ideología era un elemento teórico mental un tanto complicada además de condicionar el análisis.
 Es por ello que en una entrevista se expresó así en torno a la misma ideología, “La noción de ideología me parece difícil de utilizar por tres razones. La primera es que, quiérase o no, se encuentra siempre en oposición virtual con algo semejante a la verdad. Ahora bien, yo pienso que el problema no residen en hacer la división entre lo que, en un discurso, cae bajo algún otro, sino en ver históricamente como se producen efectos de verdad dentro de discursos que en sí mismos no son verdaderos ni falsos. El segundo inconveniente es que se refiere –necesariamente, según creo- a algo semejante a un sujeto. En tercer lugar, la ideología es una posición secundaria que guarda relación con algo que tiene que funcionar como su infraestructura como su determinante económico o material. Por estas tres razones, considero que es una noción que no debemos emplear sin precauciones” (Foucault, 1992: 192)
A partir de ello el mismo Poster (1984) se atreve afirmar que para Foucault la idea de una ideología (después de 1968) era una forma de poder llegar a falsear la ciencia como tal y que además; todos los discursos son perspectivas donde la supremacía de uno sobre otro se deberá únicamente a “…un fundamento extra epistemológico” (Poster, 1984:122)
No por ello; no quiere decir que en algún momento determinado de su vida no haya sentido empatía por alguna corriente sociológica o filosófica[1]; pero a partir de un momento empieza a considerar la misma ideología como un mecanismo que, como bien afirma el mismo lo ve como una posibilidad de “…falseamiento que no llega al rango de conocimiento o ciencia. Estudiar la ideología, por tanto, es estudiar ideas que han sido distorsionadas por obra de una contaminación con algunos aspectos de las relaciones basadas en la dominación…” (Poster, 1984:122)
Vuelve también atacar, si se le quiere ver de esta manera a la ideología puesto que Poster (1984) afirma que Foucault ve a la ideología como un ejemplo propio de cómo la razón ha llegado a dominar al objeto. Objeto que como el llega a interpretar se trata de nada más que al hombre. Situación que llega a ser errónea; puesto que se suponía que la interpretación de la realidad, por medio de la ideología, tendría que ser en todo caso; liberadora.
Una situación pareciera ser segura para Balibar (1990) en algún punto de su vida; Foucault sintió empatía por los postulados marxistas, donde luego más adelante intentó justificar por qué el materialismo histórico no era ya suficiente para la interpretación de la realidad. A partir de ese momento, intentó escribir sus obras con el mínimo sesgo ideológico posible.
Pareciera que se maneja en una dinámica contrastada de forma antagónica contra la temporalidad. Es decir, en primera instancia se trabaja con citas donde se reniega de la ideología. Pero para cerrar se habla del Foucault “joven” que, si hablaba de represión además de vocablos marxistas.
Siglo XVII: sería el comienzo de una edad de represión, propia de las sociedades
llamadas burguesas, y de la que quizá todavía no estaríamos completamente liberados.” (Foucault, 1998:12)
En algún punto; pareciera que si Foucault consigue alejarse de una doctrina como tal. Pero recordando la condición de Foucault, es decir su homosexualidad, ¿en qué lugar teórico encontraría una especie de refugio para poder analizar las desigualdades?
Es por ello, quizás que en la Historia de la Sexualidad; a pesar de haber sido publicada mucho después de 1968, los vestigios marxistas en la obra de Foucault son palpables. Foucault, entonces reconoce que; la ideología es un impedimento para la creación de conocimiento científico.
Pero, quizás por ello es mejor citar los trabajos finales (en relación a la Microfísica del Poder) a sus trabajos un poco más antiguos (como lo es la Historia de la Sexualidad) en un inicio. Puesto que, se toma de sus trabajos finales el resultado de una vida, después de mucho trabajo académico.
Foucault, si mantenía un despierto interés por la doctrina marxista-hegeliana; le interesaba interpretar los procesos de dominación. Pero dominación no traducida en un plano estructural; si no como el discurso en momento determinado condicionar el plano súper estructural.
Es un circulo vicioso; donde al final, el resultado es configurar el discurso para justificar procesos de dominación; dominación que se traduce a la eliminación, condicionamiento y acondicionamiento del discurso.
Intenta la recreación de una nueva forma de comprender la realidad. Utilizando por momentos elementos de la hermenéutica, rechazando estudiar las totalidades.
Michel Foucault, si fue marxista en un momento de su vida. No cambia del todo, pero reconoce el velo que impregna la ideología en el estudio e interpretación de la realidad.


[1] Incluso si se llegó a sentir antagónico al estructuralismo en algún momento de su vida; aunque se pensaba que era proclive a las ideas de Leve-Strauss. (Poster, 1984)

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