martes, 11 de octubre de 2011

Michel Foucault: El ordén del Discurso, Jacques Seidner


Comprobar por medio de la columna del 24 de agosto de Jacques Seidner (en el diario elPeriodico) y de las cartas del lector sobre su persona si llega a ser excluido en su discurso; o si en su defecto llega a ser portador de verdad. Para ello, fue leída la propia columna. El discurso que maneja el columnista en torno a temas como sexualidad, igualdad de género o respeto por las mujeres llega a llamar la atención de los demás columnistas y de los lectores. A través de los sistemas de exclusión de Michel Foucault se puede observar si llega a ser, o no excluido.

Michel Foucault trata en su libro “El orden del Discurso” una charla sobre cómo se articula el discurso que emana de las personas. Establece cómo al tiempo llega a ser reprimido, premiado e incluso por momentos ignorado.
A partir de ello, se necesita de tener un discurso el cual llegue a estar expuesto a la opinión pública. En caso de no ser así que por lo menos cierto número de personas tengan acceso a él; no como apreciación únicamente sino, para poderlo categorizar, desprestigiar o bien; legitimar. Es por ello; que se toma como objeto de estudio la columna de Jacques Seidner del día 24 de agosto del 2011 en el diario elPeriodico. ¿Por qué esa columna? ¿Por qué Jacques Seidner?
Jacques Seidner, mantiene por momentos un discurso que hasta se le podría achacar de misógino (aspecto que lo ha negado más de una vez). En un diario donde mujeres escriben muchas veces demostrando su capacidad crítica y objetiva, no solo para escribir sino, para desarrollar análisis políticos serios se le puede considerar como una simple provocación la forma en que se expresa.
Expresándose de la mujer de una manera; donde la compara con una mercancía haría que los lectores y colegas columnistas tuvieran alguna reacción al respecto. Posicionándose a favor, en contra o bien; afirmando que es una persona sin respeto hacia el género femenino.
Eso es lo que permite que la columna del ya mencionado columnista sea analizada; no solo la misma columna sino que, las reacciones en torno al discurso que el columnista maneja. A partir de ahí nace el estudio de Foucault.
Explicando cómo es que, un discurso puede ser una mera anécdota o trascender y convertirse en algo que traspasa el tiempo. Es entonces, donde puede llevarse el análisis. Examinar si dicha columna llegó o no a “sufrir” uno de los tres procesos de exclusión hacia el discurso que plantea Foucault.
No se trata de un evento de alto impacto; puesto que para una persona que no mantiene una lectura un tanto constante dentro del diario referido seria una situación que pasaría casi inadvertida. Pero, por otro lado; es difícil encontrar una situación a nivel cotidiano –por llamarlo de una manera- en donde se viese reflejado la concurrencia (que como menciona Foucault) de los tres sistemas de exclusión al discurso.
Los tres sistemas de exclusión a los que se refiere parten de situaciones que como tal; llega afectar al discurso. Afectándolo hacia un futuro; donde se podría llegar a ejecutar el propio. Foucault utiliza de ejemplo, en la Francia de 1970 al sexo y la política.
Dichos sistemas a los que hacía mención eran “la palabra prohibida, la separación de la locura y la voluntad de la verdad.” (Foucault, 23: 1973)
El primero, según Foucault llega a ser el más concurrente en las charlas regulares, pero que tienden a tener mucho más alcance. Es decir, que llegan a condicionar temas a un nivel más grande. Como lo menciona en el caso del sexo y la política en ciertas regiones de Francia eran temas sumamente arraigados. (15)
En segundo caso, que si bien; condiciona al discurso está más dirigido a quien pronuncia el discurso. Puesto que; la separación de la locura se refiere al discurso que raya a la locura. En este sistema; existe una dicotomía de calificación que de exclusión. Puesto que dentro de propio sistema, se declara aquel quien padece de locura y por lo tanto; sus postulados son nulos. Y por otro lado se presenta aquel que; por su sabiduría lo que llega a decir goza de razón y verdad.
Por último, un sistema mucho mas complejo al cual le presta mucha más atención el autor que a los otros dos sistemas, es la voluntad de la verdad. Se basa en cómo es estructurado un discurso; si este inicia como una mera proposición; y además si este llega a ser las consecuencias o efectos que el mismo pueda llegar a tener como tal.
A partir der ello; los comentarios que se recibieron en el portal electrónico del diario elPeriodico la mayoría fueron animadversiones ante la columna publicada. No solo ante el autor; sino al diario como institución por no censurar dichos escritos.
Como tal; si existe un sistema de exclusión al discurso empleado por el columnista. Aunque; como menciona dentro de la misma, es un anuncio encontrado en otro portal. Donde bien; una mujer busca un marido que genere riqueza; para tener una vida tranquila. A cambio, la mujer le concederá su belleza.
En reiteradas ocasiones Jacques Seidner, se ha visto envuelto en una especie de trifulca semanal por las columnas que escribe. De esta manera es que, llegan cartas del lector ya sea para censurarlo o bien; premiarlo por las “verdades” que dice, según algunos lectores.
Si existe por parte de los lectores el empleo de un sistema de exclusión. Donde se desaprueba los enunciados del columnista. “El columnista pone de manifiesto su incapacidad intelectual…” (elPeriodico, 24 de Agosto de 2011) fueron comentarios que iban dirigidos a prohibir tales enunciados (como lo es la cosificación del género femenino como una mercancía)
Tanto así que cartas del lector donde se afirma que, “…si yo fuera presidente de elPeriódico despediría a Seidner.” (elPeriodico, 22 de Junio de 2011) de tal manera que; no solo se hace función del sistema de exclusión de prohibición; sino que hasta cierto punto de locura. Elemento que menciona Foucault en ese sistema de exclusión. (16)
Siempre recordando que, los discursos son empleados para la impresión de poder, marcando pautas a futuro dentro de los mismos discursos que, al dia de hoy; no han sido siquiera ni formulados.

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